Mientras atravesamos el momento más delicado de la pandemia y aumenta la preocupación respecto de la saturación del sistema de salud en el AMBA, el gobierno nacional mantiene la ayuda diaria a las y los argentinos que lo necesitan y elabora nuevas medidas que sirvan para paliar las consecuencias económicas que produce la enfermedad.
Dicho plan se apoya en la convicción que guía al gobierno de Alberto Fernández respecto al rol que debe cumplir el Estado.
Solo un Estado activo y comprometido con la salud, el trabajo y el bienestar de las mayorías populares podrá acompañar el esfuerzo que realiza la sociedad mientras continúa con una nueva fase del aislamiento social, preventivo y obligatorio. En este sentido son elocuentes los 8 millones 900 mil beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), los 2,8 millones de trabajadores que fueron asistidos en sus haberes por el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) -que incluye a 310 mil empresas que se aliviaron en el pago de los salarios- los 440 mil créditos a tasa cero a monotributistas y autónomos, y los cientos de miles de créditos a PyMEs y cooperativas a tasa subsidiada. No podemos dejar de mencionar los 3,4 millones de niñas y niños beneficiados con la tarjeta alimentaria, lo cual es una contribución decisiva al derecho a alimentarse de las hijas y los hijos de los más humildes.
Este conjunto de iniciativas muestran la puesta en práctica de aquel concepto esencial marcado por el presidente Fernández de que la solidaridad sea la viga maestra para gobernar y “comenzar por los últimos para después poder llegar a todos”.
Es valorable la necesaria coordinación para el mejor tratamiento de la pandemia que desde el inicio muestran los gobiernos nacional, provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, esa imagen no debe confundir a la opinión pública, particularmente a la ciudadanía porteña. Horacio Rodríguez Larreta viene actuando desde una mirada política que deja en manos del Estado nacional la responsabilidad de asistir económicamente a los afectados sin poner en marcha un plan de asistencia local complementario.
Monotributistas, profesionales, trabajadores asalariados, centros culturales, clubes de barrio, cooperativas, centros comerciales y PyMEs, decenas de miles de jóvenes sin trabajo y jubilados, entre otros tantos sectores radicados en nuestra ciudad, necesitan de manera imperiosa una asistencia económica complementaria de parte del gobierno porteño. Las razones son obvias y están a la vista de todos: vivimos, tributamos, y trabajamos en la Ciudad de Buenos Aires. Necesitamos la ayuda del Gobierno local ante semejante emergencia. Ahora bien, ¿puede el gobierno porteño asistir de manera complementaria a todos estos sectores? Sí, puede. La Ciudad de Buenos Aires cuenta con uno de los presupuestos más importantes del país y, si bien ha visto caer su recaudación, posee recursos para elaborar un plan de contingencia. La reasignación y readecuación de partidas es una de las alternativas y es potestad del jefe de Gobierno, que además
mantiene las mayorías necesarias en la legislatura local, aprobar un proyecto de asistencia cada vez más imprescindible para los porteños.
Debemos destacar que otros gobiernos municipales, de uno y otro signo político, ya han tomado este tipo de medidas de emergencia. Por eso reiteramos: Rodríguez Larreta puede y debe hacerlo. En definitiva, es responsabilidad del jefe de Gobierno extremar los esfuerzos. Es su deber ayudar a nuestros y nuestras ciudadanas que están atravesando situaciones de angustia e incertidumbre por sus carencias de ingresos que les impiden pagar alquileres, abrir y sustentar sus negocios; profesionales que no pueden prestar sus servicios; decenas de miles de jóvenes que no tienen trabajo y muchas otras situaciones a las que asistimos cotidianamente.
Nadie puede quedar librado a su suerte como en una especie de “darwinismo social porteño” donde finalmente sobrevivan sanitaria y económicamente solo los más “aptos”, los que más tienen.
Nuestro pensamiento está en las antípodas: una Ciudad y su pueblo sustentado en lazos de solidaridad, amistad y unión frente a esta grave encrucijada en la que nos encontramos.
Juan Carlos Junio – Presidente PSol CABA.
Por la Dirección PSol CABA: Gustavo Nagel, Julia Israilson, Federico Tonarelli, Natalia
Stoppani, Carlos Gabaldón, Carlos Funes y Ernesto Giacomini.