Tema: Transferencia de los servicios de transporte de subterráneos y premetro. (OD N° 192)

Referencia: R°4 / 3ra Sesión Ordinaria (Especial).

Fecha: 28/05/2012

Tema: Transferencia de los servicios de transporte de subterráneos y premetro. (OD N° 192)

«Señora presidenta: quiero adelantar el voto afirmativo del bloque del Frente Nuevo Encuentro al dictamen de mayoría del tema que hoy nos ocupa.

Si tuviera que sintetizar la fundamentación de nuestra posición como enfoque central, diría que está basada en el principio de legalidad y de reafirmación de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, sin perjuicio de algunas otras consideraciones políticas.

Antes de entrar en la materia quisiera hacer una digresión sobre la monarquía, porque ya escuché en las sesiones de diciembre hacer referencia a la monarquía de la presidenta de la Nación. Por entonces también se asoció a la presidenta con la figura del dictador del Imperio Romano, y luego, como corolario de ese planteo, también se la asoció con la monarquía de los Capetos. Por lo tanto, se ve que hay una manía de asociar a la presidenta de la Nación con estos regímenes propios de otros estadios históricos; por ejemplo, del esclavismo o del feudalismo.

Volviendo al planteo recién hecho, todos sabemos que la monarquía es la expresión de un sistema en el que no hay ciudadanía sino  como ocurrió en el pasado  siervos de la gleba, no existiendo ningún derecho.

A esta presidenta particularmente la votaron casi 12 millones de ciudadanos. Por lo tanto francamente creo que habría que terminar con estos desatinos que a mi entender constituyen planteos temerarios que lo único que hacen es rebajar la calidad del debate de nuestra Cámara de Diputados.

Entrando en la materia, comparto que el acta acuerdo firmada el 3 de enero ratifica la transferencia del sistema de transporte, al igual que el aumento de las tarifas mediante el decreto del Poder Ejecutivo de la ciudad del 5 de enero. De acuerdo con la teoría de los actos propios, esto revela la efectivización de la transferencia y la hace indubitable.

Quiero agregar que existe un antecedente que demuestra que la ciudad ya ha ejercido la potestad de administrar. Se trata de la creación de la nueva Línea H. En este caso fue la ciudad la que otorgó la concesión, e incluso se la dio al mismo concesionario que tenía a su cargo otras líneas.

En un sistema federal de gobierno los servicios de naturaleza y jurisdicción local son resorte de las autoridades locales, sean provinciales o municipales, y muy en particular el servicio de transporte público de una jurisdicción debe ser administrado y controlado por las autoridades de esa jurisdicción. El gobierno de la ciudad debería entonces apoyar este proceso de creciente autonomía y preocuparse por brindar un servicio público mucho más extendido y eficiente que el actual.

Por eso creo que el titular del Poder Ejecutivo de la ciudad debería pensar mucho más en gobernar de una buena vez para los ciudadanos de la ciudad que mayoritariamente lo votaron y para los otros cientos de miles que no lo votaron o lo rechazan. Por el contario, Macri ha cometido una serie de actos que ponen de manifiesto su falta de voluntad política para trabajar por la mejora del servicio público de transporte y por los usuarios de la ciudad, que no son otros que los del pueblo de la Capital y del Gran Buenos Aires. Ha demostrado su falta de voluntad no sólo para trabajar por la mejora del servicio público. En realidad, creo que ha demostrado su falta de voluntad para trabajar, a secas.

Los porteños tuvimos mala suerte, ya que el señor Macri como exponente de la derecha podría ser bastante más laborioso y trabajador, pero no hemos tenido esa suerte. Ciertamente, al jefe de Gobierno le gusta viajar mucho y, entre otras cosas, recibir con bombos y platillos a sus amigos neofranquistas como Aznar, el mentado hombre de Atocha.

Volviendo al tema, lo primero que hizo a pocos días de firmar el acta acuerdo, fue aumentar las tarifas sin ningún tipo de audiencias públicas o explicitación de cuál sería la política en materia de subtes y la estrategia financiera en la que se ubicaba ese aumento de tarifas.

Entonces, lo primero que hizo fue aumentar las tarifas. Esta sería la política en materia de subtes y la estrategia. Me pregunto quién no escuchó al jefe de gobierno decir una y mil veces en forma enfática que iba a ampliar la red de subterráneos. Ciertamente han pasado cinco años y la vida ha demostrado que no cumplió con sus promesas de campaña, como suponían muchos ciudadanos.

Debo recordar que en un debate televisivo  volviendo al tema de sus promesas  de la campaña del año 2007, confrontando con el candidato Filmus, el entonces candidato señalaba a propósito de la política de transporte lo siguiente: “¿Somos idiotas que no podemos construir 15 kilómetros de subte por año?” Nosotros tenemos que construir por lo menos 15 kilómetros, como hicieron los chilenos, tal cual lo decía recién la señora diputada Michetti. El jefe de gobierno se preguntaba si éramos idiotas porque no podíamos construir 15 kilómetros.

Está claro entonces que todas las promesas no fueron otra cosa que puras promesas hechas con el afán de seducir, a sabiendas de que no se iban a realizar. Siempre el jefe de gobierno tiene alguien a quien culpar. Siguiendo sus dichos, ¿cómo calificaríamos a un gobierno que sólo inauguró un pequeño número de estaciones cuya construcción ya estaba en marcha desde antes?

También hay que señalar otra cuestión importante. La ciudad hizo una colocación de bonos por cerca de 500 millones de dólares, pagando una tasa anual de interés del 12 por ciento. Esos recursos se iban a destinar a la construcción de subterráneos, pero sin embargo el proyecto no se emprendió. Así es que los fondos fueron a parar a otro destino.

Una vez más Macri explicó que contaba con los proyectos pero no con las condiciones apropiadas para invertir esos recursos en subtes. De nuevo el candidato a presidente de la derecha y de las corporaciones mediáticas explica pero no hace, promete pero no cumple, y además es ineficiente en el manejo de los recursos. Y en este caso, no hacer es no gobernar. De eso se trata; es una cuestión central que aquí estamos discutiendo.

El gobierno de Macri declama su vocación de mayor autonomía para la Ciudad, pero cuando hay un caso concreto que permite a la Ciudad hacer uso de sus capacidades y sus derechos, lo declina, borrando con el codo lo que antes había firmado con la mano.

La autonomía consiste en que los ciudadanos de Buenos Aires se organicen para administrar y controlar un servicio que les es propio, porque los porteños no tenemos menos capacidad y particularmente menos responsabilidad que el resto de los argentinos para asumir las potestades de regulación y control de los servicios públicos.

Para ir terminando, porque se me acaba el tiempo, creo que es importante señalar que el traspaso de los servicios a la ciudad también debe verse desde la óptica de los usuarios.  Nuestro desafío debe estar focalizado en configurar una red de transporte que integre los servicios de la ciudad y el conurbano, y para ello es necesario que las jurisdicciones involucradas coordinen su accionar y delineen un plan estratégico de transporte para el área metropolitana».

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