El Cronista | Opinión
En el marco del Congreso de Economía Política convocado por el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que tuvo lugar del 17 al 19 de noviembre, se generaron valiosos debates que tuvieron como protagonistas a economistas heterodoxos, quienes polemizaron acerca de las mejores respuestas para afrontar las dificultades de la coyuntura económica y los desafíos de Argentina para lograr un desarrollo sustentable en términos sociales, económicos y ecológicos, sobre la base de la continuidad del actual proyecto político.
Por Juan Carlos Junio, diputado nacional Frente Nuevo Encuentro
El enfoque que atravesó el Congreso podría resumirse en la recuperación del concepto de ‘Economía Política’, tanto por la necesaria articulación de lo político y lo económico, como por la perspectiva que implica volver a los clásicos como Marx y Keynes, lo cual empalma con la orientación de las investigaciones económicas que, desde sus inicios, se sustentan en el CCC.
Desde el movimiento cooperativo venimos insistiendo en definir que el proceso iniciado con la asunción de Néstor Kirchner es político, económico, social y cultural, como lo definió en el cierre del Congreso el diputado nacional y líder cooperativista Carlos Heller.
En el mismo sentido abonaron las opiniones de Augusto Costa (Secretario de Comercio Interior) en la apertura del evento, y Emmanuel Álvarez Agis (Viceministro de Economía) en el cierre, ratificando, desde la perspectiva oficial, que el principal cambio ocurrido a partir de 2003 fue que la política –en su carácter de poder democrático– empezó a definir la política económica, al contrario de lo que hasta entonces se vivía, cuando la economía –en su carácter de poder autónomo concentrado– primaba sobre la política y el propio sistema democrático.
A su vez, dando lugar a debates ricos, profundos y novedosos, se abrió el panorama de las distintas soluciones propuestas por los economistas heterodoxos a las principales problemáticas planteadas. El Congreso contó con una importante presencia de público en general y muy especialmente de la joven generación de economistas, quienes con su acompañamiento dieron un marco de apoyo al tratamiento académico de los temas, en contraposición a la dinámica de la ‘economía televisiva’ donde rigen las frases fuertes, las medias verdades y las afirmaciones con escaso sustento.
De esta manera se pudo comprobar que los debates sobre la inflación, en el marco de la concentración y extranjerización de nuestra economía; sobre la administración de divisas, los obstáculos a la industrialización o el proceso de sojización y retención de cosecha, no aceptan una única solución, como a veces se emplea en repetir el eslogan neoliberal (‘reducir gastos’, ‘bajar impuestos’), sino que las soluciones ‘técnicas’ requieren de sustentos ideológicos y políticos. Así, la necesidad de una intervención del Estado en la comercialización de soja a través de una Agencia Nacional de Comercialización de Granos apareció como un desafío pendiente, que requeriría de mayores apoyos de la sociedad civil que los expresados durante el conflicto por la 125, del mismo modo que se plantearon la cuestión de la minería y el sostenimiento de una política de transporte con una clara presencia estatal.
La puja entre el gobierno y los poderes económicos concentrados resultó una constante en estos 11 años de gobierno, de manera que algunos sectores económicos (automotriz, financiero, agrícola, farmacéutico, por citar los más relevantes) podrían analizarse como campos de disputa entre dos proyectos políticos antagónicos. En muchos casos, esas pujas se resolvieron en el Parlamento, donde distintas leyes fueron cambiando las instituciones vigentes desde la convertibilidad o incluso antes, desde la última dictadura cívico militar. En otros temas los cambios siguen pendientes de resolución, por lo que resulta necesario profundizar el proceso político, económico, social y cultural.
En suma, en el Congreso de Economía Política del CCC Floreal Gorini y la UNQ se abrió un nuevo espacio de reflexión para el pensamiento económico heterodoxo, que esperamos siga dando frutos en los años venideros.