Entrevista realizada a Juan Carlos Junio por Fernando Belvedere para ParqueChasWeb. En este reportaje, Juan Carlos Junio explica porqué desde el Partido Solidario en Nuevo Encuentro se apoya las políticas del Gobierno Nacional, cuáles son los temas pendientes, los proyectos que tiene en carpeta, y sobre el momento por el que está pasando hoy el movimiento cooperativo.
– ¿Cómo se presentaría ante el electorado de la Ciudad de Buenos Aires?
– Soy el secretario nacional del Partido Solidario (PSOL), y desde mi adolescencia he sido un militante y luchador político. El PSOL está integrado al espacio Nuevo Encuentro, constituido además por el Encuentro por la Democracia y la Equidad (EDE) de Martín Sabbatella y por el Partido Comunista que preside Patricio Etchegaray. Para completar la pregunta, te digo que actualmente dirijo el Centro Cultural de la Cooperación y soy dirigente del Instituto Nacional de Fondos Cooperativos. Por último, soy profesor de historia, graduado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
– ¿En qué contexto decide presentar su candidatura?
– Nosotros tenemos una definición política clara y trascendente desde hace años. Apoyamos el actual proyecto político del gobierno de Cristina Fernández, desde un lugar de autonomía política ya que no formamos parte del dispositivo orgánico del kirchnerismo. Desde mi espacio, sentimos un compromiso importante que ha ido surgiendo de nuestras convicciones y, desde una lectura de lo que está pasando en el mundo y América Latina. Las grandes reformas y transformaciones que viene llevando a cabo este gobierno, forma parte de este gran caudal continental, de una articulación que la historia fue amalgamando; y la Argentina es un eslabón decisivo que potencia a todos los demás y se retroalimenta. Por lo tanto, desde nuestro espacio sentimos que tenemos que fortalecer el actual polo popular democrático de reformas y transformaciones.
La ubicación en el mundo de Argentina, ya es una gran reforma. Dejamos atrás las relaciones carnales de tinte pornográfico con Estados Unidos durante la era menemista y de sumisión a los dictados de las grandes potencias mundiales. El hecho significativo de la ruptura con el ALCA, lo valoramos ahora porque nos ha salvado de la crisis por la que están pasando Estados Unidos y varios países de Europa. No estamos atados comercialmente a ellos.
Después, podríamos enumerar las transformaciones realizadas desde 2003 hasta ahora: políticas de carácter social redistribucioncitas; la estatización de las AFJP que significó recuperar poder económico para desplegar políticas sociales; recuperación de cinco millones de puestos de trabajo, que es igual a decir que cinco millones de personas están integradas al mercado laboral, con todo lo que ello implica; la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, una medida de democratización profunda y de ruptura de dogmas; y no podemos dejar de mencionar las políticas de Derechos Humanos que permitirá a muchos jóvenes vivir en un país con memoria, verdad y justicia. Y por último, la conformación de una Corte Suprema de Justicia que debe ser de las mejores que ha tenido el país y cuyo mentor fue Néstor Kirchner. Por todos estos motivos, nos integramos a este proyecto con mi candidatura a diputado nacional en el cuarto lugar de la lista del Frente para la Victoria, desde el espacio Nuevo Encuentro Popular y Solidario.
– Desde el bloque que integra, ¿Cuáles creen que son los ejes que se deben articular en los temas pendientes?
– El futuro para nosotros significa mayor igualdad. Para nosotros “profundizar el proyecto” significa que todavía necesitamos atender a los millones de ciudadanos de nuestro país que todavía pasan grandes carencias de todo tipo: son los que todavía no gozan de una ciudadanía plena, que es una categoría política más integral. Nosotros creemos que en la próxima gestión se deberá trabajar en las siguientes áreas: crisis habitacional, sistema público de salud, transporte ferroviario, entre otros.
Una cuestión central también es más distribución de la riqueza. Tema que traerá muchos conflictos debido a que la estructura económica de nuestro país se basa en un sistema de riquezas concentrado en grandes corporaciones industriales, comerciales, de servicios, y agrarias; que no quieren ceder sus grandes dividendos.
Está pendiente una reforma impositiva que cambie el carácter regresivo de la actual, que el Estado disponga de recursos provenientes de los sectores de alta capacidad contributiva para derramar a los sectores más vulnerables fundamentalmente.
Se necesitan tomar medidas para subsidiar tasas de interés para la comprar de viviendas por parte de los sectores más populares, y para los jóvenes de sectores medios. Se calcula que el déficit habitacional es de dos millones de viviendas.
No podemos dejar de mencionar, la necesidad de sancionar una nueva Ley de Servicios Financieros, que significaría un cambio drástico para el sistema productivo y para las personas. La norma que rige actualmente pertenece a la última dictadura militar con un fuerte valor político y simbólico. Tenemos que tener una ley de la democracia.
Básicamente, nuestra Ley de Servicios Financieros establece la asignación obligatoria de recursos por parte del sistema financiero hacia las Pymes; que con la actual normativa no está contemplado. Nuestro proyecto establece además, topes a las tasas de interés para el sector Pyme; recursos para línea de créditos hipotecarios; recursos para microemprendimientos. En resumen, es una ley que democratiza el dinero que tienen los Bancos. La norma también obliga a los Bancos a instalar sucursales en aquellos lugares del país que los Bancos privados no consideran negocio estar presentes. Hay pueblos y ciudades que no tienen sucursales bancarias, lo que los condena al atraso. Hoy la función de un Banco no es sólo recibir y prestar plata, existen más servicios.
Lo hecho hasta aquí es enorme, y lo que falta hacer es infinito. Por lo tanto hace falta una gran decisión política. Por eso, los que apoyamos este proyecto decimos que el 23 de octubre se debe ampliar la legitimidad de la presidenta, para enfrentar un futuro desafiante. Este apoyo debe complementarse con una importante representación parlamentaria para seguir adelante con grandes reformas. Creemos que es el lugar desde donde hay que referenciarse como parte de un gran proyecto nacional y no de algo que está en los márgenes. Hay que sumar fuerzas para prometerse seguir adelante con este proceso.
– ¿Qué proyectos presentarán desde el bloque de Nuevo Encuentro Popular y Solidario?
– Si ingresamos al Congreso, desde mi bloque tenemos en carpeta una ley para mejorar y sustentar el desarrollo de las Pymes. También estamos elaborando un proyecto relacionado con la ley de escritores, para que los reivindique. La idea que se les otorgue una suerte de asignación a modo de jubilación, en la medida que se cumplan una cantidad de requisitos.
– ¿Se puede decir que el Movimiento cooperativo está pasando por su mejor momento?
– En primer lugar, te puedo decir que en mis 40 años de militancia cooperativa hay que tener en cuenta dos cuestiones centrales que tienen que ver con las posibilidades de desarrollo de este tipo de asociación. Cuestiones que las condicionan, que las favorece o desfavorecen.
Primero, es necesario que se viva en un sistema democrático. Las cooperativas tienen un gran espacio para desarrollarse al interior de sí mismo y para poder apelar al resto de la sociedad. Durante todos los períodos de gobiernos de facto, las cooperativas hemos sufrido mucho porque existe una situación de constante hostilidad, tanto desde el Estado como de lo que se intenta instalar culturalmente en la sociedad, que es la negación de lo asociativo.
El otro factor importante, es la situación económica general. En la medida en que haya una situación de crecimiento y mejora de la distribución de la riqueza, cualquier emprendimiento cooperativo tiene muchas más posibilidades de desarrollarse: comprar y vender, y que sus trabajadores agrícolas o urbanos puedan obtener un resultado de la cooperativa que les permita vivir y crecer. Esos, para mí, son los dos factores importantes; además del que supuestamente tiene que estar intrínseco que es que la cooperativa sea auténtica. O sea, que respete una visión doctrinaria, asociativa, democrática; de verdadera participación y debate, y eficiente en su gestión: democracia y eficiencia.
Yendo a tu pregunta, y por lo antedicho, efectivamente estamos viviendo un momento muy favorable, que combina democracia con desarrollo económico. El Estado Nacional, a través del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), tiene una política de acompañamiento y fomento que hace que el movimiento cooperativo esté jugando un papel muy importante en la economía argentina.