¡Hasta siempre Hugo Chávez!

Junio y Chavez

Hugo Chávez Frías partió el 5 de marzo tras una larga batalla contra una enfermedad que no eligió pero que afrontó con la misma intensidad y los mismos atributos con los que vivió y murió, con el mismo coraje y la misma dignidad. No fue un desenlace inesperado pero no por ello menos doloroso. En sus dos visitas a nuestro Centro Cultural
de la Cooperación sentimos que compartíamos una historia común sustentada en las mismas raíces así como un proyecto de justicia, igualdad y soberanía. La apuesta era y es, esencialmente, por concretar el sueño colectivo de Revolución Americanista, en pos de los objetivos inconclusos de Bolívar y de San Martín.

Fue el primero de un inédito conjunto de Presidentes y Presidentas que, como nunca desde la Primera Independencia, se parecieron a nuestros pueblos. Tras décadas de entrega de nuestras riquezas naturales, de genocidios, de crímenes sin nombre amaneció en nuestro Continente un tiempo nuevo, que sólo puede comprenderse como parte de un largo camino histórico de nuestros Pueblos.

Chávez -como él dijo- ya no era él mismo… era un pueblo, era Venezuela y, aventuramos, más que eso. Era una expresión colectiva del presente, y su obra se proyecta al futuro como parte del camino iniciado hace más de quinientos años. Es la continuidad de las batallas emprendidas por los originarios insurrectos, por los afrodescendientes cimarrones, por Bolívar, por San Martín, por Martí, por el Che y Fidel.

Hugo Chávez abrió el tiempo de una profunda renovación del escenario latinoamericano en el que el proyecto de Patria Grande volvió a estar -tras dos siglos de batallas- como centro del programa emancipador de nuestros pueblos.
Cuando visitó nuestro Centro Cultural el Comandante afirmó: “Volvió, vuelven las ideas, uno de los grandes desafíos de hoy, retomar, buscar lo que se fue pero vuelve. Debemos tener capacidad para salir del laberinto. Para vencer las oscuridades, para iluminar con antorchas, con lo que podamos iluminar. Para rehacer los rumbos…¡Y retomar
la navegación hacia la Utopía! Porque si para algo sirve la utopía es para eso, para llamarnos… ¡por aquí es! Y en el camino habrá que hacerla concreta, habrá que ir haciéndola concreta. (…) No se vivir sin utopía. Ahora, ¡Hagamos realidad esa utopía!”

A lo largo de estos catorce años el Comandante de hombres y mujeres libres de Nuestra América contribuyó a la construcción de sueños, desafiando límites impensables en los años noventa. Desde la sepultura del ALCA al nacimiento de la UNASUR, ALBA y CELAC permitió avanzar como nunca en la unidad de nuestros países. En el interior de Venezuela, fue protagonista central de la creación del socialismo bolivariano e impulsó novedosas formas que van configurando una nueva sociedad -comunas, empresas autogestionadas, misiones sociales- anunciando ya otro presente y otro porvenir para su pueblo.

El Comandante Chávez marcó un camino de reformas estructurales profundas y revolucionarias, ampliando los límites de la democracia representativa, configurada históricamente por los sectores dominantes. Las reglas de la Cuarta República fueron entonces transmutadas, a partir de un triunfo político y cultural: el desarrollo de una
subjetividad y una conciencia emancipadoras fueron el sustento sobre el cual se montaron los sucesivos procesos electorales.

Desde el inicio impulsó, a partir del poder legitimado conferido por la voluntad popular, una reforma constitucional ya con el significante bolivariano avanzando como nunca en materia de derechos y soberanía del Pueblo con vistas a la construcción de una nueva sociedad, socialista y por ende humanista, solidaria y antiimperialista.

Reconocemos en el liderazgo del Comandante la condensación de dos herencias venezolanas: la lucidez de la acción política en su práctica diaria, inaugurada por Simón Bolívar, y la enorme sabiduría pedagógica de Simón Rodríguez.
La desaparición física de nuestro hermano Hugo Chávez nos compromete con el proyecto emancipador de Nuestra América.

El mejor homenaje que podemos hacer a su vida y a su muerte es asumir sus banderas, que son nuestras. La memoria de Hugo Rafael Chávez Frías nos convoca a recrear los sueños que él impulsó y son ya patrimonio colectivo. Nos invita a continuar recorriendo los caminos que él abrió. Nos llama a sostener el proyecto revolucionario que impulsó con todas sus energías y hasta el último aliento.

El ejemplo, la prédica y las prácticas de Hugo Chávez son la manifestación de un largo recorrido histórico -desde Guaicaipuro a los Libertadores, de la insurgencia de Haití a la Revolución Cubana-. Aquél pasado de luchas se imbrica con un presente colectivo esencialmente nuestroamericanista. El “cambio de época” que venimos atravesando tiene como manifestación la emergencia de una pléyade de nuevos presidentes expresaron la nueva coyuntura. Hugo Chávez, el primero de ellos, desarrolló una alianza estratégica y de afecto con Néstor Kirchner, quien también ofrendó su vida en la lucha por la unidad de nuestros pueblos. Y los demás protagonistas principales, entre los que destacamos a Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Fernández, Lula Da Silva, Dilma Rouseff, Pepe Mujica, fueron y son artífices de impensados logros en el proyecto de Patria Grande.

El 10 de diciembre de 2007 Hugo Chávez habló en nuestro Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y, en su rica alocución, se refirió a muchos conceptos que iluminan el pasado, el presente y el futuro de nuestros países. De todas sus aseveraciones, sus preguntas, su humor, sus esperanzas, rescatamos el mensaje de unidad que nos interpela en este tiempo histórico: “Hace 200 años trataron de hacerlo, no era el momento. Bolívar lo dijo un día convencido de que no era el momento. Dijo: ‘El gran día de nuestra América no ha llegado. ¡Lego mi código a la posteridad! ¡Creo que nosotros no tenemos tiempo para repetir lo mismo! ¡Mañana puede ser demasiado tarde! ¡Hagamos realidad el proyecto de Gran Nación! ¡Sólo unidos nosotros podremos ser libres!¡Sólo unidos podremos volar!¡Sólo unidos
podremos construirnos verdaderamente! (…) Yo creo que de nosotros depende que éste, que está comenzando, sea el gran día. ¡Qué sea el gran día para Nuestra América! ¡Patria, Socialismo o Muerte! ¡Venceremos!”

Vencer es el compromiso colectivo que asumimos, Compañero Comandante, para hacer que aquellos sueños por los que viviste y moriste se conviertan en realidades de justicia y dignidad. Dirección del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini

Juan Carlos Junio, Horacio López, Angel Petriella, Juano Villafañe, Jorge Testero, Luis Pablo Giniger y Pablo Imen.
Paula Aguilar, Martín Burgos, Jorge Dubatti, Alfredo T. García, Ana Grondona, Antoaneta Madjarova, Javier Marín, Valeria Mutuberría Lazarini, Luis Sanjurjo y Manuel Santos Iñurrieta.

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