A 40 años del Golpe
Durante una charla organizada por el PSol Comuna 3, el secretario general del Partido Solidario habló de sus experiencias durante la última dictadura cívico militar.
En el marco de los 40 años del golpe cívico militar de 1976, Juan Carlos Junio, secretario general del Partido Solidario participó el jueves 17 de marzo de un encuentro organizado por el PSol Comuna 3, en el que relató sus vivencias en los nefastos años de dictadura.
Al comenzar su charla, Junio se refirió al clima imperante en el país durante los años anteriores a marzo del `76. “Cuando murió Perón, el 1º de julio del ´74, tuvimos la sensación del inicio de una catástrofe. Ya había un clima opresivo y violento en el que se empezaba a sentir la brutalidad de la Triple A. El gobierno de Isabelita (Isabel Martínez de Perón) era represivo, antipopular, por lo que quienes éramos militantes políticos no teníamos dudas del golpe que venía, pero sin embargo, no teníamos dimensión de lo brutal que iba a ser”.
“Aquel 24 de marzo de 1976 estaba en la casa de unos compañeros de facultad. En ese momento estaba terminando mi carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras y era dirigente del movimiento estudiantil. Recuerdo que estábamos a la expectativa, desconcertados, y que dos o tres semanas después del Golpe seguíamos volanteando en la facultad No teníamos la sensación de que por una volanteada te agarraban y te «chupaban». Rápidamente empezamos a conocer casos de personas que desaparecían y comenzamos a militar de otra forma, a cuidarnos de otra manera”, recordó Junio.
Durante la actividad, el secretario general del PSol rememoró a los compañeros caídos en sus años de militancia universitaria. Uno de ellos es Román Mentaberry: “durante la carrera yo lo veía casi todos los días, estudiaba Ciencias de la Educación. Un par de años después estaba en la redacción clandestina de un periódico, entró «la patota» y lo asesinó”. Junio también recordó a Adriana Landaburu, “una compañera muy bella, muy combativa conocida como Nana. Era hija de un Brigadier, era montonera y fue asesinada. Adriana es un símbolo de esos tantos compañeros de la facultad, compañeros de estudios y de una militancia febril, propia de ese momento. Luchábamos por un sueño revolucionario, con grandes ideales y estábamos abrazados en ese momento tan apasionante de nuestra vidas, que terminó en tragedia”.
Junio recordó también a Alicia Alfonsín, compañera de su club de barrio y madre de Juan Cabandié. “Ella jugaba al básquet. En la dictadura la hicieron desaparecer en la ESMA. Y 23 años después apareció milagrosamente, en la puerta del club, su hijo. Para nosotros fue un premio maravilloso. Juan entró al club temblando, no podría creer que iba a ver a las amigas que jugaban al básquet con su mamá”.
Luego de recordar a sus compañeros asesinados o detenidos-desaparecidos, el dirigente hizo un apartado especial para destacar la labor de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. “Para los jóvenes, las Madres son parte del paisaje desde que nacieron, para nosotros no era así, ellas fueron un emergente absolutamente extraordinario que de alguna manera simbolizaban a sus hijos, quienes tuvieron una valentía absolutamente notable. Para nosotros, Madres y después Abuelas fueron acontecimientos políticos que, incluso durante la dictadura y también mucho después, nos ayudaron a salir de esa catástrofe política y humana. Había que salir adelante y ellas fueron un factor decisivo para el proceso de recomposición”.
Al concluir la charla, Junio instó a los presentes a continuar defendiendo la política de Memoria, Verdad y Justicia consolidada durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. “Esta derecha que nos gobierna, que ganó en una elección democrática pero es inevitablemente antidemocrática, es la misma derecha que prohijó dictaduras, desde el punto de vista de clase, y presionó a los gobiernos constitucionales en un sentido antipopular para no avanzar en materia de derechos humanos. Por lo tanto, todos sabemos que ellos van a ir por liquidar el tema de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Sin embargo, de ninguna manera esta sociedad que transitó por el kirchnerismo es igual que la sociedad de hace 30 años, por eso creo que nuestra lucha para defender lo conquistado en estos años no será en soledad”, destacó.
En la charla también aportó su testimonio Daniel Bellocchio, referente de DD.HH. del Partido Solidario, hermano de Irene Bellocchio, quien continúa desaparecida, e hijo de Aurora Zuccio de Belocchio, histórica Madre de Plaza de Mayo, fallecida en octubre del año pasado. El propio Daniel estuvo secuestrado y luego fue liberado durante la dictadura. Sobre las políticas durante los años posteriores a la dictadura, Bellocchio destacó “no recibimos mucho apoyo de ningún gobierno hasta que llegó Néstor, ahí nos sentimos más acompañados, empezaron los juicios, las cosas que nos dieron confianza para seguir trabajando”. Carlos Pisoni, el hijo de Irene que tenía 37 días al momento del secuestro de su madre y fue rescatado por una vecina y restituido a su abuela Aurora, llegó a ser subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación durante el gobierno de Néstor Kirchner.
De la actividad, también participó Emilio Friszman, miembro de Barrios por Memoria y Justicia de Balvanera, hermano de Nora, desaparecida, y de Adriana, secuestrada y una de las pocas embarazadas de la ESMA que sobrevivieron al plan sistemático de robo de bebés.