La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declarar de su interés la muestra itinerante «200 años de soledad» del artista plástico Ernesto Pereyra.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Ernesto Pereyra nació en la Ciudad de Buenos Aires el 12 de Diciembre de 1979. Es un joven artista plástico que se destaca, no sólo por la calidad de su obra sino también por su compromiso social. Estudió dibujo con el dibujante Marcelo Sosa, y artes visuales con el artista plástico Gabriel Miroscznyk; actualmente cursa la carrera de Licenciatura en Artes Visuales del Instituto Universitario Nacional de Artes (IUNA) y es investigador por el Departamento de Ideas Visuales y del Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación «Floreal Gorini».
La pintura de Ernesto Pereyra ha nacido de la confluencia entre lenguajes artísticos e ideológicos. Su obra indaga e interpela los relatos históricos argentinos y latinoamericanos, proponiendo discusiones y nuevas visiones sobre los relatos de la «Historia Oficial».
En este sentido la muestra itinerante «200 años de soledad» establece un recorrido visual profundamente reflexivo sobre los acontecimientos paradigmáticos que signaron nuestra historia a partir de la revolución de mayo de 1810. Imágenes que traducen críticamente -a través del grotesco- los momentos de lucha, sangre, revolución y guerra. Repensar el bicentenario nos invita al desafío de penetrar en las fisuras de ciertos discursos que homogeneizan los modos de entender la apropiación y ritualización de las «tradiciones» como conflicto a la hora de activar el legado histórico-cultural.
La estética de la muestra está condicionada por su objetivo político y la obra, como producto final, está íntimamente relacionada con el mensaje que se quiere transmitir. «El mensaje, la propuesta de este proyecto, es generar una discusión sobre las distintas miradas o formas de construir una historia, argentina o latinoamericana» señala Ernesto Pereyra.
«Obras como «17 de Octubre», «El Devotazo (Preludio de una primavera)» o «Estado de sitio» ofrecen un relato paródico e inquisidor en el cual el pueblo en la calle es el sujeto social protagónico. La teatralidad carnavalesca de estas escenas, hace presente una mirada escalofriante y siniestra que subvierte todo tipo de estigmatización sobre los hechos de nuestra historia. Estas imágenes se atreven, e invitan, a repensar visualmente la cronología historiográfica tradicional sin miedo a revisar el pasado, con la intención de fortalecer la memoria desde el presente, y con el persistente anhelo de hilvanar las fibras de nuestra cultura popular arrebatada» (Juan Pablo Pérez, curador de la Sala Raúl Lozza del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini).
Las pinturas de la muestra representan los 200 años de la historia de la Argentina, donde, tal como expresara Ángel Jara, Coordinador de Artes Visuales del C. Cultural de la UNGS: «El recorrido está signado por un realismo grotesco y colorido en el cual las figuras imaginarias, aparentemente salidas de un circo criollo, interactúan en estos cuadros en un ambiente lúdico, onírico, caricaturesco y humorístico».
Ernesto Pereyra nos propone una incisiva, sutil y eficaz puesta en escena de los conflictos populares que interpelan directamente la emocionalidad de un imaginario colectivo que nos es correspondido como un reflejo inapelable. Es justamente aquí, donde este artista, compone escenas-relatos en los que despliega personajes cotidianos violentamente tiernos que no dejan, ninguno de ellos, de contar una historia. Nuestra historia.
La parodia, como recurso discursivo y la puesta en absurdo de una oficialidad del relato, desata los nudos de una representación social y corrección política. El artista define el aspecto fundamental de su trabajo de la siguiente manera: «Creo en el debate hacia el pasado en el presente. Creo que la discusión genera compromiso frente a los actos políticos concretos. Estoy convencido que el arte es ideológico y me compromete».
«La obra pictórica del artista Ernesto Pereyra – que recibimos en la UNLa- no nos deja en el lugar de espectadores pasivos frente a sus cuadros ya que las pinturas de Pereyra nos movilizan haciéndonos partícipes de un viaje que nos transporta por los caminos de nuestra historia.
Nos invita a releer desde un realismo mágico las dichas y desventuras de los últimos doscientos años de nuestra Patria, con una temática aguda, mordaz, crítica y por momentos grotesca. Ernesto Pereyra revisa en su temática la historia escolar que sólo la creatividad de un artista de su talla nos las puede presentar revuelta y desprolija en su cronología.
Pero Pereyra no nos habla sólo de historia argentina, nos propone Arte, motivado por la historia social, política y cultural de los argentinos. Es ahí donde aparece el pintor y nos presenta una paleta potente, alta de color y rica en texturas donde el empaste acompaña la composición no convencional ubicando sus personajes en un espacio casi escenográfico.
Esta exposición es para nuestra casa de estudios un motivo disparador de análisis, lecturas y relecturas de debates y planteos éticos y estéticos. Es un orgullo tener entre nuestros estudiantes esta excelente muestra que sin lugar a dudas aporta al arte nacional» (Rubén Borré, Asesor de Artes Visuales de la UNLa).
«Penetrar las fases críticas, momentos que marcan la memoria colectiva y su carácter de subjetividad es algo que destaca el proyecto expositivo de Ernesto Pereyra, que tituló «200 años de soledad».
El título es una pista importante, ya que remite muy directamente al realismo mágico y su obra emblemática. Es un guiño entre la fantasía vibrante y unos acontecimientos mirados desde el relato popular. Es el sujeto de la historia que recrea sus fantasmas marcados por los estremecimientos humanos, desde la inquietud y el desamparo hasta lo festivo y orgiástico.
Las vivencias inquietantes de un joven que escucha los relatos e imagina. El cuadro titulado «Juguemos en el bosque» me da la pauta personal de ello, ya que recoge esa conmovedora experiencia de mi infancia del ensañamiento con una imagen venerada. Los contornos que traza la mano del artista traducen el frenesí sangriento de esos días con una turbadora metáfora.
Así despliega, en forma escenográfica y con el lenguaje simbólico de los gestos, la lógica interna de «las cadenas rotas» de estos 200 años transcurridos. Revive emociones humanas en toda la amplitud de su polaridad trágica, acompañada de impías visiones y demonios populares de una personalidad pagana-combativa.
Con un disfraz en apariencia inofensivo recorre los episodios de una épica confusa, restituyendo el carácter de narración, con su tropel de figuras grotescas y la opacidad de los signos una época que empieza a demandar otras voces y otras imágenes.
Ojala el paseo por estas regiones medio subterráneas del proceso histórico a través de las obras acuñadas en una mirada desprejuiciada, en un descenso simbólico a las profundidades de las escenas provoque otras miradas al archivo de la memoria popular. Habrá cumplido su cometido» (Mgter Graciela Distéfano – Crítica y curadora independiente).
En el marco del Bicentenario, el 3 de noviembre de 2010, se inaugura la muestra itinerante de pintura «200 años de soledad» en la Sala Raúl Lozza del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini; dando inicio a su recorrido por diversos museos, salas y espacios culturales de todo el país, con el siguiente itinerario:
2010- Sala Raul Lozza del Centro Cultural de la Cooperación «Floreal Gorini», Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2011- Espacio Contemporáneo de Arte (ECA), Ciudad de Mendoza.
2011- Espacio Contemporáneo de Arte (ECA) de San Rafael, Mendoza.
2011- Centro Cultural de la U.N.G.S. (Universidad Nacional General Sarmiento), San Miguel, Provincia de Buenos Aires.
2011- Sede de Exposiciones del Parque Náutico de San Fernando, Provincia de Buenos Aires.
2011- Centro Cultural El Tacuarí, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2012- Espacio Scalabrini Ortíz de la UNLa (Universidad Nacional de Lanús), Lanús, Provincia de Buenos Aires.
2012- Centro Cultural de Arte Latinoamericano COPPPAL, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2012- Centro Cultural de la Cooperación «Floreal Gorini» por su 10° aniversario, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2012- Espacio Cultural Rayuelas del Sur, Lanús, Provincia de Buenos Aires.
2013- Casa de la Cultura de la Municipalidad de Lanús, Lanús, Provincia de Buenos Aires
En los años 2013 y 2014, la muestra continuará su recorrido con exposiciones en:
Centro Cultural Florencio Constantino, Bragado, Provincia de Buenos Aires.
Museo de Artes Plásticas «Pompeo Boggio» de la Municipalidad de Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires.
Museo de Arte Contemporáneo Argentino (MACA), Junín, Provincia de Buenos Aires.
Centro del Conocimiento de Posadas, Misiones.
Museo de Artes Visuales de Chacabuco, Provincia de Buenos Aires.
Museo de Arte contemporáneo de Mendoza.
Museo Benito Quinquela Martin, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En consecuencia, la muestra itinerante «200 años de Soledad» del artista plástico Ernesto Pereyra constituye un valioso aporte a la cultura argentina. Recupera con una poderosa calidad estética el valor de la discusión política en la perspectiva histórica, no sólo del pasado sino también del presente, y en este gesto artístico a través de la pintura nos invita a pensar qué futuro soñamos para nuestro país.
Por todo lo expuesto, Sr. Presidente, solicitamos la aprobación del presente Proyecto.
Firmantes: JUNIO, JUAN CARLOS – HELLER, CARLOS SALOMON – RAIMUNDI, CARLOS ALBERTO – HARISPE, GASTON – BETTANIN, JUAN CARLOS.